Cadena 8 Noticias / Opinión
Alejandra Gutiérrez Campos, presidenta municipal de León, deshoja una margarita de humo.
En la lógica de las ‘pocas ideas, pero fijas’, Alejandra se organiza de nuevo una pregunta reporteril ‘incómoda’, envía a un par de sus regidores a informar ‘en corto’ a la Gobernadora Libia García, y esto es un escándalo: la alcaldesa de León, ex tesorera municipal, ex diputada federal y ex diputada local, se va del PAN.
¿Y?
Lo que algunos analistas orgánicos presentan como la víspera de un cisma político en las tripas del Partido (de) Acción Nacional, PAN, mandante en León desde el uno de enero de 1989 y en el estado desde el 28 de noviembre de 1991, parece que no sería tanto.
Vamos a asomarnos.
A mitad de los 80’, la irrupción vandálica de los empresarios de León en el PAN Guanajuato echó fuera –ellos no se fueron, ‘los fueron’-, a Pablo Álvarez Padilla, líder emblemático hasta entonces; al abogado Luis Ernesto Gutiérrez Alcalá y a Franz Ignacio Espejel, -eso sí ‘fue nota’, no esto-. Hasta su muerte, Pablo Álvarez Padilla denostó a la plutocracia leonesa; Luis Ernesto Gutiérrez Alcalá regresó, porque el ‘aviso clasificado’ alcanza temperaturas bajo cero, y el dentista Franz siguió al margen ahí en su consultorio de la Madero. Los más aplaudieron a los hombres del dinero.
El PAN enseñaba los dientes, dejaba atrás el romanticismo de un partido opositor que renunciaba incluso al subsidio público y vivía de las rifas de coches que siempre se sacaba Lupe Vargas –no, no es cierto, eso era una broma entre periodistas-, al que la experiencia le alcanzó para la dirección de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Vicente Fox. En fin.
En 1988, las elecciones eran en diciembre, Carlos Medina Plascencia fue el candidato del PAN a la Presidencia municipal de León. El ‘junior’, piloto de la ‘Fórmula K’, había vencido en una elección interna muy emocionante allí en los altos del Hotel Condesa –donde ahora venden hamburguesas-, al joven dermatólogo Sergio López Padilla, hijo del ícono panista Juan Manuel López Sanabria –en ‘a.m’ la crónica no se publicó porque el propietario decidió que a su amigo Carlos no se le tocaba ni con el pétalo de un encabezado-. Medina fue Alcalde luego de atropellar la candidatura priista de don Joaquín Yamín. Harto de las triquiñuelas intestinas, tiempo después Sergio se fue del PAN y nadie pareció darse cuenta.
Después de Carlos Medina, el segundo alcalde panista de León fue Eliseo Martínez Pérez, él sí, filias y fobias aparte, un personaje de la ciudad. Dueño de ‘Calzados del Río’ –‘Kinder’, ‘Alas’, etc.-, influyente desde las cámaras empresariales. Con los años, luego de su derrota, mañosa, ni modo, así fue, frente a Juan Carlos Romero Hicks por la candidatura azul a Gobernador, se fue del PAN. Lo expulsaron en 2001 luego de confirmar la existencia de ‘El Yunque’ y de afirmar que el grupúsculo “puso de rodillas al PAN”. Después las ‘patoaventuras’ de Eliseo -que ahora hasta tiene su estatua en el Parque Metropolitano que lleva su nombre-, lo llevaron a intentar un partido político estatal y a candidaturas por el PRI y el PVEM y etcétera. El PAN ni se inmutó.
En marzo de 2018, exhibido el descaro de operar contra su propio partido y entregar la hegemonía en 2009 al PRI de Bárbara Botello, el ex alcalde Francisco Ricardo Sheffield Padilla, entonces diputado federal, dijo adiós al PAN. Pretendía ser nuevamente el candidato a la alcaldìa y le dijeron que no: sería el muy opaco Héctor Germán René. Sheffield vomitó a Miguel Márquez y Diego Rodríguez. Ricardo se fue a Morena donde con hierro ‘al rojo vivo’ deja su marca: estropicios.
En 2018 también, el inefable Ricardo Alfredo Ling Altamirano, en el CDE del PAN Guanajuato, informó de 32 panistas expulsados de la franquicia, acusados de apoyar a la ‘Morena’ emergente. Abiertamente los acusó de ‘traidores’. El escándalo estuvo en cartelera un par de semanas. Y ya.
AY, MÁRGARA (SER O NO SER)
Apenas en junio de este 2025 que agoniza ¡Un ex Gobernador!, Juan Manuel Oliva Ramírez, se despidió del PAN Guanajuato. Tenía 37 años de militancia. Se lo hemos contado aquí, desde que Carlos Medina lo corrió de su Alcaldía se dedicó de cuerpo entero al partido. Se iba, dijo, a a fundar el partido “México Republicano” en el que justo la semana anterior lo dejaron ‘chiflando en la loma’.
Oliva, en el ánimo de hacer las cosas bien avisó a su partido que enviaría la consabida carta. “No es necesario”, le atajó el presidente del CDE Aldo Márquez Becerra –que mejor iniciarían el proceso de expulsión-. En la periferia un par de ‘grillas’ esparcían una diáspora que evidentemente no ocurrió porque los cheques quincenales no brotan así nomás.
Habría que anotar otras cartas menores –calificativo que aplica exclusivamente a las responsabilidades alcanzadas-. Es el caso de Alberto Cifuentes y José Luis Manrique, por ejemplo.
El de ‘Beto’ Cifuentes es un caso paradigmático. Se aventó en el PAN como 40 años. Se fue, oootra vez, en septiembre de este año. Verá usted. En 2003 ya había sido expulsado por encarar al entonces jefe del CDE, Gerardo de los Cobos. Había regresado. Ahora, hace poquito, expuso que prefería “correr el riesgo de equivocarme en la lucha por el ideal, que permanecer indiferente ante acciones y prácticas que nos alejan de lo que presumíamos con orgullo”, etcétera, etcétera, etcétera. Había sido diputado y secretario de alcaldes y asesor y se marchó.
José Luis Manrique, Sheffieldista hasta que la nómina cambió de color, finalmente siguió los pasos de su jefe. De Consejero estatal blanquiazul, hoy deambula en Morena ‘a la buena de Dios’.
A ver. Un ex Presidente de la República, el primero del PAN, don Vicente Fox y Quesada, avecindado en San Francisco del Rincón prácticamente desde su nacimiento en un hospital del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, también se fue –un ratito-, del PAN. En enero de 2013 Fox simplemente no realizó el trámite convocado por el PAN para reafirmar su militancia política, confirmó su segunda mitad de ‘la pareja presidencial’, Martha Sahagún. Fox luego regresó y se fue otra vez o algo así. –Otro ex Presidente de la República, Felipe Calderón, el segundo de los únicos dos que ha tenido el PAN, también renunció a los colores, pero no importa acá ahora. Ni así se asustaron los azules.
A zarpazos, ese es el contexto en el que la Alcaldesa panista de León, Alejandra Gutiérrez Campos, arroja ‘el petate del muerto’ y amenaza con irse del PAN. Pero, no. Esperen. Alejandra, vivilla que es, se ha fabricado la coartada perfecta: su periodismo orgánico –hay un nuevo espacio en la radio, pregunten quién paga-, hace el escándalo debido mientras ella solo envía a un par de regidores a difundir el mensaje en el Gobierno del Estado y, oficialmente, cierto es, ella nunca ha dicho que se va: ‘No tengo tiempo para grillas’, solo repite una y otra vez ¡Genial!
Otra vez. ‘Perogrullo’ enseña que solo hay dos sopas en el plato de Alejandra: Se va o no se va.
La primera. Si las especies que corren son ciertas, hasta la membresía del ‘Club de Ex Alcaldes’ le dijo ya que eso es una tontería. Si usted revisa el catálogo de ex alcaldes panistas en León tendrá claro quiénes son los patrones y quiénes los asalariados. No, ‘Ale’ no pertenece a la primera categoría ¿En verdad cree usted, sí, usted, que Carlos Medina, Luis Ernesto Ayala o Ricardo Alaniz la consideran ‘una de los suyos’? Pues, no. A doña Alejandra se le complica explicar la compra de su casa de quince millones de pesos: esos los paga Alaniz con la tarjeta.
Si Alejandra Gutiérrez imagina un gobierno ‘independiente’ acompañada de los empresarios de fundaciones, consejos, patronatos, asociaciones y demás que desde el Ayuntamiento ha beneficiado de manera soez: ¡Tampoco! Repitamos todos: “Hoy los Consejos los presiden los nietos de la primera generación”. Otra vez: “Hoy los Consejos los presiden los nietos de la primera generación”. Nunca soltarán ‘el hueso’ a menos que otro gobierno y la Ley los obligue. Por lo demás, la de ‘Independiente’ es la peor bandera imaginable. Solita y sin siglas por la vida. Del Cabildo y los funcionarios y los empleados ya ni hablamos. Le dirán, claro, ‘Ale’, y que siga la fiesta…
Si Alejandra se queda, como sucedería, simplemente sonreirá: “yo nunca dije que me iba…” –Fotos, muchas por favor.
Y sanseacabó.
(A)La jaula
Campiranos y traileros
Hasta la entrega de estos ‘Tigres…’, persistía la amenaza de bloqueos carreteros a lo largo y ancho del país este lunes, por obra y gracia de la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) y el Movimiento Agrícola Campesino (MAC). Al cabo que siglas son lo que nos sobra. Hay un tipejo que ha ido a todas las señales de televisiòn a advertir a los mexicanos que este lunes ‘no salgan’. No, no es broma, el fulanlo cree que puede someter la rutina de un país de 130 millones de habitantes. Y se lo permiten. Si quiere practicar las mentadas de mamá, o’ra es cuando.
Correspondencia: tigresdepapel001@gmail.com
* Francisco Javier Mares / Periodista y analista político
